La soledad en la obra de Donny Johnson: Un artista en aislamiento
Por Carmen Rioja
La obra de Donny Johnson, desde sus inicios hasta sus más recientes pinturas, mantiene una constante difícil de lograr para cualquier artista: la autenticidad. Aunque Johnson es admirador de Van Gogh, estudioso de Carl Jung y se considera un artista dentro de la corriente del arte abstracto americano y del expresionismo, lo cierto es que sus influencias han sido muy sutiles y están limitadas a las imágenes que guarda en su memoria; hace casi tres décadas que no tiene contacto con el mundo, no puede recibir revistas, ni libros y no ha tocado a otro humano en absoluto.
El asilamiento extremo en el que vive desde hace 25 años en la prisión estatal Pelican Bay de California, en una celda de extrema seguridad llamada SHU (security housing unit), entre 4 muros de hormigón sólido y sin ventanas le han imposibilitado para aprender técnicas tradicionales de pintura, incluso para utilizar materiales de arte convencionales. En la obra Primal Unity podríamos adivinar un autorretrato a vista de pájaro: es un círculo dentro de un rectángulo contrastados con toda la fuerza del color. Los objetos están luchando por el espacio: hay en esta obra un conflicto entre las formas simbólicas, reafirmado por el color, que producen una tensión en el espectador. En su discurso plástico encontramos que se repite el tema de SHU, y se repiten los círculos concéntricos como una clara evocación de Jung y su teoría de mandalas. Estas obras recuerdan el trabajo de Kenneth Nolan, quien cuando conoció la obra de Johnson se refirió a él como un artista muy talentoso. Pero Donny Johnson lleva sus representaciones a niveles aún más profundos: los círculos son de colores que vibran y la línea del dibujo también está llena de movimiento, además sus texturas imprimen una fuerza hipnotizante.
Hay en su obra títulos que refieren al mundo de los arquetipos, símbolos de mitos y referencias al caos, cosmogonía y paisaje, así como la representación del reducido espacio que habita. Él declaró “Amo el mito, el caos y el espacio”. En la obra Sin título 2, podemos ver un horizonte negro y un cielo rojo, una resonancia de las técnicas de abstracción de Mark Rothko. En Hike, de textura pesada y amarillo intenso, vemos una influencia del dibujo de De Kooning. Hay otra obra en la que podríamos imaginar el gemelo de un Jackson Pollock; sin que esto signifique que está evocando la obra de Pollock porque en realidad lo que vemos es caligrafía personal, el movimiento rítmico del pincel sobre el papel como una danza o como un latido.
Johnson ha tenido que ser un artista desde la creación de su materia prima, pues en su condena a las mazmorras no se le permite recibir pinceles, pinturas, lienzos o cualquier otro utensilio, sólo tubos de plástico con tinta de bolígrafo y sin punta. Así fue como Donny desarrolló al máximo las posibilidades de utilización de los recursos con que cuenta: su comida, los asientos del café, las fibras de su ropa; y descubrió que los pigmentos de colores que recubren los dulces m&m´s podían ser separados del chocolate si reposaban en agua. Además para dar texturas usa el chocolate, Kool-aid, pimienta, cáscaras de huevo y hace pinceles con su propio pelo. Con el apoyo del Dr. Kurtz, Donny Johnson ha realizado ya tres exposiciones en su vida, todas en San Miguel de Allende en Galería Yam. El éxito de estas primeras exposiciones ha sido notable; su obra alcanzó reseñas en primera plana de los periódicos New York Times y Der Spiegel. Se puede ver a través de la cronología de sus exposiciones una evolución en la forma, en la composición, en el uso del color y la combinación vibrante que logra en sus pinturas, una cosmología concentrada siempre en formatos tamaño postal –porque ese es el único tamaño que se permite en la prisión de Pelican Bay. Para Johnson la composición es un fuerte acento, quizás porque está acostumbrado a los límites del espacio.
El aislamiento sensorial (sensory deprivation) le condujo a desarrollar sus sentidos a extremos que pocos tenemos la capacidad de comprender. Las declaraciones que Johnson ha hecho sobre su forma de sentir el color nos pueden dar una idea de su percepción: “Yo vuelvo a vivir a través del rojo y del azul, veo el cielo en amarillo y anaranjado, echo raíces en la profundidad de los verdes. El Negro es un punto de exclamación que muere en el corazón del arcoiris. Siento que he descubierto el secreto sagrado del color”
Su obra es síntesis y explosión de color, símbolo y a la vez signo porque expresa lo que es auténticamente desde la materia. Johnson no imita; sus imágenes –si bien se ayudan de los símbolos– son auténticas porque vienen de un lugar muy íntimo; evocan el mito, el origen, la naturaleza del ser. “El arte abstracto es una síntesis simple de una idea muy compleja” dijo Mark Rothko. En la obra de Johnson habla todo su ser, pues es su único medio de comunicación con el mundo. Así en la obra Primal Unity, el círculo no es sólo símbolo sino que es signo, es Johnson mismo y somos cada uno de nosotros en aislamiento.
*Para ver las obras de la exposición actual de Donny Johnson mencionadas en este artículo pulse en el siguiente enlace:
http://www.kalendarte.com/artprint/yamexpo/donaldjh.html
http://www.donnyjohnson.net/album/index.html
http://www.nytimes.com/packages/khtml/2006/07/20/us/20060721_ARTIST_FEATURE.html
La obra de Donny Johnson, desde sus inicios hasta sus más recientes pinturas, mantiene una constante difícil de lograr para cualquier artista: la autenticidad. Aunque Johnson es admirador de Van Gogh, estudioso de Carl Jung y se considera un artista dentro de la corriente del arte abstracto americano y del expresionismo, lo cierto es que sus influencias han sido muy sutiles y están limitadas a las imágenes que guarda en su memoria; hace casi tres décadas que no tiene contacto con el mundo, no puede recibir revistas, ni libros y no ha tocado a otro humano en absoluto.
El asilamiento extremo en el que vive desde hace 25 años en la prisión estatal Pelican Bay de California, en una celda de extrema seguridad llamada SHU (security housing unit), entre 4 muros de hormigón sólido y sin ventanas le han imposibilitado para aprender técnicas tradicionales de pintura, incluso para utilizar materiales de arte convencionales. En la obra Primal Unity podríamos adivinar un autorretrato a vista de pájaro: es un círculo dentro de un rectángulo contrastados con toda la fuerza del color. Los objetos están luchando por el espacio: hay en esta obra un conflicto entre las formas simbólicas, reafirmado por el color, que producen una tensión en el espectador. En su discurso plástico encontramos que se repite el tema de SHU, y se repiten los círculos concéntricos como una clara evocación de Jung y su teoría de mandalas. Estas obras recuerdan el trabajo de Kenneth Nolan, quien cuando conoció la obra de Johnson se refirió a él como un artista muy talentoso. Pero Donny Johnson lleva sus representaciones a niveles aún más profundos: los círculos son de colores que vibran y la línea del dibujo también está llena de movimiento, además sus texturas imprimen una fuerza hipnotizante.
Hay en su obra títulos que refieren al mundo de los arquetipos, símbolos de mitos y referencias al caos, cosmogonía y paisaje, así como la representación del reducido espacio que habita. Él declaró “Amo el mito, el caos y el espacio”. En la obra Sin título 2, podemos ver un horizonte negro y un cielo rojo, una resonancia de las técnicas de abstracción de Mark Rothko. En Hike, de textura pesada y amarillo intenso, vemos una influencia del dibujo de De Kooning. Hay otra obra en la que podríamos imaginar el gemelo de un Jackson Pollock; sin que esto signifique que está evocando la obra de Pollock porque en realidad lo que vemos es caligrafía personal, el movimiento rítmico del pincel sobre el papel como una danza o como un latido.
Johnson ha tenido que ser un artista desde la creación de su materia prima, pues en su condena a las mazmorras no se le permite recibir pinceles, pinturas, lienzos o cualquier otro utensilio, sólo tubos de plástico con tinta de bolígrafo y sin punta. Así fue como Donny desarrolló al máximo las posibilidades de utilización de los recursos con que cuenta: su comida, los asientos del café, las fibras de su ropa; y descubrió que los pigmentos de colores que recubren los dulces m&m´s podían ser separados del chocolate si reposaban en agua. Además para dar texturas usa el chocolate, Kool-aid, pimienta, cáscaras de huevo y hace pinceles con su propio pelo. Con el apoyo del Dr. Kurtz, Donny Johnson ha realizado ya tres exposiciones en su vida, todas en San Miguel de Allende en Galería Yam. El éxito de estas primeras exposiciones ha sido notable; su obra alcanzó reseñas en primera plana de los periódicos New York Times y Der Spiegel. Se puede ver a través de la cronología de sus exposiciones una evolución en la forma, en la composición, en el uso del color y la combinación vibrante que logra en sus pinturas, una cosmología concentrada siempre en formatos tamaño postal –porque ese es el único tamaño que se permite en la prisión de Pelican Bay. Para Johnson la composición es un fuerte acento, quizás porque está acostumbrado a los límites del espacio.
El aislamiento sensorial (sensory deprivation) le condujo a desarrollar sus sentidos a extremos que pocos tenemos la capacidad de comprender. Las declaraciones que Johnson ha hecho sobre su forma de sentir el color nos pueden dar una idea de su percepción: “Yo vuelvo a vivir a través del rojo y del azul, veo el cielo en amarillo y anaranjado, echo raíces en la profundidad de los verdes. El Negro es un punto de exclamación que muere en el corazón del arcoiris. Siento que he descubierto el secreto sagrado del color”
Su obra es síntesis y explosión de color, símbolo y a la vez signo porque expresa lo que es auténticamente desde la materia. Johnson no imita; sus imágenes –si bien se ayudan de los símbolos– son auténticas porque vienen de un lugar muy íntimo; evocan el mito, el origen, la naturaleza del ser. “El arte abstracto es una síntesis simple de una idea muy compleja” dijo Mark Rothko. En la obra de Johnson habla todo su ser, pues es su único medio de comunicación con el mundo. Así en la obra Primal Unity, el círculo no es sólo símbolo sino que es signo, es Johnson mismo y somos cada uno de nosotros en aislamiento.
*Para ver las obras de la exposición actual de Donny Johnson mencionadas en este artículo pulse en el siguiente enlace:
http://www.kalendarte.com/artprint/yamexpo/donaldjh.html
http://www.donnyjohnson.net/album/index.html
http://www.nytimes.com/packages/khtml/2006/07/20/us/20060721_ARTIST_FEATURE.html